MADRID

Siempre me ha encantado viajar. Me gusta irme, cuando puedo, a conocer sitios nuevos o sitios que aunque ya conozca nunca dejan de sorprenderme... como Madrid.
Este fin de semana Javi y yo nos hemos escapado a Madrid con la excusa de ver a su hermano. En realidad nos apetecía pasar unos días juntos en los que no tuvieramos que separarnos, pasar unos días inolvidables... y así ha sido.

Allí hay siempre mil cosas que hacer, mil cosas que ver, mil lugares donde ir... y lo iremos haciendo ¿verdad Javi? Esta vez tocaron animales y largos paseos por el Rastro, la Plaza Mayor, Sol y el Retiro... anduvimos por toda la ciudad hasta que las piernas no nos obedecían... pero por el sitio y sobre todo por la compañia... valió la pena. Disfruté de cada minuto, de cada detalle, de tí.
Javi me hace reir hasta en las situaciones más "difíciles"... cuando entramos en Madrir y nos perdimos no podía dejar de reirme y a pesar de los miles de coches, de no saber por donde ir, donde girar o donde desviarnos, él no perdió los nervios en ningún momento y todo se convirtió en risas y más risas. Anunciaba el principio de dos días estupendos. Luego fue saliendo todo de corrido, no llevabamos nada pensado y fuimos haciendo y deshaciendo como nos iba apeteciendo sobre la marcha. Comimos muchos bocadillos, bebimos muchos Nesteas (y alguna cervecita) y sobre todo nos lo pasamos muy, muy bien.

Del piso de Jesús... mejor no hablo. Se merece una entrada propia, con video incluido, porque la verdad es que no tiene desperdicio... él dice que son 18 mts2, pero Javi y yo lo hemos contado y más de 13 no nos salen... Y juro por Dios que se puede vivir allí, increible pero cierto.

Pero como todo lo bueno se acaba, y el domingo, sobre las seis y media de la tarde salimos para nuestra querida Extremadura (que, por cierto, no la cambio por todos los madriles del mundo). Esta vez no nos perdimos, fue fácil salir. El viaje de vuelta fue muy entretenido, cantamos, paramos y se nos hizo cortisimo. Al llegar a casa... vuelta a la realidad, sólo puedo abrazarme a lo que me queda y soñar... y si está Javi... darle rienda suelta a mi felicidad.

Un besito y hasta pronto.