Llevaba tiempo triste y con sentimiento de culpa. Creía que todo era por ella, pero finalmente, y después de una larga charla con "Citranita" supo que las cosas siempre se estropean por cosa de dos. Es verdad que ella había descuidado un poquito la relación pero esa tarde se dio cuenta de que "Citranita" tampoco había puesto mucho de su parte. Desde esa tarde el peso se volvió más liviano y la culpa se fue achicando hasta casi desaparecer. Le había vuelto a ofrecer su amistad, le había vuelto a proponer planes para volver a llegar a tener esa intimidad de la que habían presumido años antes... había quedado en llamarla. Y lo hizo. Llamó y mandó mensajes pero por ahora no había obtenido respuesta, ¿Sería por qué tenían un concepto distinto de amistad verdadera?. Ella sabía que las amigas de verdad están ahi siempre aunque no pudieran verse tanto como les gustaría... al parecer "Citranita" no tenía la misma opinión.
Seguiría intentándolo por un tiempo y comprendió que si no había respuesta es que no merecía la pena.