jueves, 12 de mayo de 2011

Llevaba tiempo triste y con sentimiento de culpa. Creía que todo era por ella, pero finalmente, y después de una larga charla con "Citranita" supo que las cosas siempre se estropean por cosa de dos. Es verdad que ella había descuidado un poquito la relación pero esa tarde se dio cuenta de que "Citranita" tampoco había puesto mucho de su parte. Desde esa tarde el peso se volvió más liviano y la culpa se fue achicando hasta casi desaparecer. Le había vuelto a ofrecer su amistad, le había vuelto a proponer planes para volver a llegar a tener esa intimidad de la que habían presumido años antes... había quedado en llamarla. Y lo hizo. Llamó y mandó mensajes pero por ahora no había obtenido respuesta, ¿Sería por qué tenían un concepto distinto de amistad verdadera?. Ella sabía que las amigas de verdad están ahi siempre aunque no pudieran verse tanto como les gustaría... al parecer "Citranita" no tenía la misma opinión.



Seguiría intentándolo por un tiempo y comprendió que si no había respuesta es que no merecía la pena.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Once/05/Dosmil11

Pese a ser agnóstica, este pasaje de la Biblia me parece precioso... va para tí.



Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe.
Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios - el saber más elevado -, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta amor nada soy.
Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve.
El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.
No se alegra de lo injusto, sino que se goza de la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.
El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías son también algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá.
Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño. Pero cuándo me hice hombre, dejé de lado las cosas de niño. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las vemos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido.
Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor.





Corintios 1:13

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