Y un día me levanté y no estaban. Fui a su casa a buscarlas, llamé a la puerta y nadie me abrió. Mis Musas se habían ido y no sabía cuando volverían...
He pasado por su calle muy de vez en cuando, le he preguntado a los vecinos y ninguno ha sabido decirme a dónde han ido. He llamado a sus móviles, les he mandado correos electrónicos e incluso llamé a casa de sus padres para ver si ellos sabían algo... no ha habido respuesta.
He esperado y esperado a ver si podía escribir sin ellas: imposible. Lo he intentado, de verdad que lo he intentado. He pensado, he garabateado y he borrado. Nada. Hasta pensé en abandonarlo todo y dedicarme a otros entretenimientos en los que no las necesitara.
¡Sin ellas no sé que decir!
Hoy me he levantado y he decidido poner remedio: si ellas no vienen voy a salir yo a buscarlas. Espero encontrarlas pronto.