No me cae bien "el frente frio que entra por el norte"...
Por su culpa llevo todo el invierno encogida. Recuerdo que antes no era tan "arrecía" pero desde hace unos años (ya bastantes) soy como el agua nieve. Y lo peor de todo es que llevo muy mal eso de enfundarme en capas y capas de ropa... odio la "operación cebolla" ¡una contradicción lo sé! Así que estoy condenada a pasar frio eternamente.
Y ¿os habéis dado cuenta lo distintos que somos hombres y mujeres con esto del frio? En la cama sobre todo...
Cuando duermo sola me conviernto en el muñeco de Michelín: pijama calentito y patucos... zzzzzzzzz..... Pero cuando duermo con Javi, mientras que yo estoy dando tiritones, hecha un ovillo y maldicendo a todos los dioses del Olimpo ¡Él se acuesta en calzoncillos! y lo más sorprendente ¡estira las piernas! ¡Dios qué envidia!...
Y una, que no quiere que se pierda el encanto de los primeros años de relación, se acuesta ligerita de ropa y, claro, paso los quirios...
Así que intento arreglarlo echando más mantas en la cama, lo que acaba convirtiéndose en un problema porque Javi empieza a pasar calor y se desarropa provocando el "efecto puerta abierta" ¡Y entra un aire!. Yo, para calentarme, me arrimo y me arrimo y mientras él más se desarropa... Vamos, que se convierte en un bucle sin fin hasta que nos quedamos dormidos.
Pero se está tan bien a su lado... que ya puede intentarlo todo lo que quiera "el frente frio que entra por el norte" que voy a seguir pasando frio ¡pero con quien yo quiero!
Besos a todos y hasta dentro de unos días.