miércoles, 11 de junio de 2008

RUMANITOS

Hoy tema políticamente incorrecto:


"Rumanos y Rumanas del Mundo."

Como todas las mañanas, iba andando hacia el trabajo, ensimismada en mis cosas, cuando unas voces me hicieron mirar a un lado. En uno de los semáforos de la autopista (J. Sebastián el Cano) había tres mujercitas contándose sus cosas y riéndose entre ellas, sí, sí, parecían felicies. Iban las tres jovencitas, delante de mí, preparadas para la batalla: chanclas, cajitas de plástico en las manos y cartón con leyenda deprimente en el bolso (no es que me lo imagine, es que lo estaba viendo porque iba a medio metro de ellas).
Seguimos nuestro camino, cada una de nosotras ocupadas en nuestras cosas hasta que, unos metros más adelante, ellas se despidieron y se separaron. Yo seguí detrás de una de ellas por la C/Rafael Lucenqui (donde trabajo) y a la altura del Supersol la señora de nacionalidad rumana que iba delante de mí se sentó, se quitó las chanclas, sacó el cartón del bolso y automáticamente puso cara de pena. En cuanto me vió me pidió. En su cartón rezaba: "Ayúdame, tengo cuatro ijos i ambre".

Es un tema complicado... uf, digas los que digas siempre habrá gente que te diga que las cosas no son así.

El caso de los rumanos es curioso. Habrá muchos que trabajen, pero por desgracia esos no se dejan ver con tanta facilidad como los que no trabajan. Aunque podríamos verlo de otra manera, estos otros rumanos de los que os hablaba ahí arriba han hecho del "pedir" una profesión. Es un oficio, para mi gusto, un poco aburrido y nada productivo... pero a la vez muy cómodo y con el que seguro, seguro que se sacan un pellizquito ¿porqué cambiar de forma de vida si les va bien?
Se aprovechan de sus hijos para intentar ablandarnos. Sientan a los chiquillos en las puertas de los supermercados haga frio o calor... ¿es que no tienen corazón? Después quieren que lo tengamos los demás...
Estas señoras son las que más rabia me dan por eso, por su manipulación de los sentimientos.

Otras veces estás sentado en un velador y como un espíritu, casi sin hacer ruido, aparece un señor vestido con un chándal que te deja un papelito que pone: "Soy una persona triste de la Rumanía. No tengo dinero, bla, bla, bla". La pelota está en tu tejado, o le das unas moneditas o sigues con tu cerveza como si, eso, un fantasma rondara por tu mesa...
Pensando sobre estos señores (que yo pienso en todo, no os creáis que mi cabeza para algún momento, je,je,je) he llegado a una conclusión: cuando esta gente se sube en el autobús en busca del Dorado (Spain) les dan un kit para el curro, el mismo para todos, los papelitos de persona triste, la cajita , tres palabras en castellano ("por favor, dame algo") y el manual "Cómo ser un buen rumano y no morir en el intento" en el que le explican los pasos a seguir cuando se bajen del coche ¿no creeis?.

Aunque a mí los que más me gustan son los músicos. A esos siempre les doy algo, tampoco mucho pq mi economía ahora no está como para subvencionar a los demás... pero creo que se lo merecen. Están trabajando y a la vez dando alegría a nuestras calles ¿qué más se les puede pedir? Hay algunos que tocan regular, pero teniendo en cuenta que habrán aprendido ellos solitos demasiado bien está... O eso creo yo. Dadles algo cuando los veáis... bueno si queréis, claro.

Un besito y hasta dentro de unos días.

3 comentarios:

velvetinna dijo...

Me ha gustado la entrada, lo has descrito muy bien, sin ofender y de forma sencilla. Yo opino igual que tú, precisamente hemos hablado de este tema hoy en la comida. Yo suelo dar a los músicos, porque como tú dices, dan alegría y de algún modo se están ganando la vida. También es verdad que a veces hay mafias detrás de estos pedigüeños, y aquí la cosa todavía no está demasiado mal, pero en ciudades grandes incluso hay niños robando en las calles, que eso ya me parece lo peor. Esos niños crecen en la delincuencia, sus padres no sólo los autorizan sino que los mandan, ¿qué futuro les espera? En fin, es como el tipo este que tiene rastas naturales, que pide por la zona de Enrique Segura Otaño..., podrá tener nuestr edad, es fino, seguro que si se lava es hasta guapo, pero no ve más allá de lo que hace, qué rabia me da.

Lupe Montero dijo...

Hola, yo también pienso de forma parecida a la tuya. A mí me revientan especialmente los limpiacristales que te asaltan en el coche y aunque no quieras te lo lavan, y si te niegas o no les pagas (como es mi caso)enciman te medio amenazan... Hubo un rumano con el que me pasaba esto todos los días ya que estaba instalado en el cruce de la autopista con el puente de la universidad por el cual yo paso cuatro veces al día y todos los días la misma historia...
Los músicos callejeros me gustan y siempre suelo darles algo. Ellos hacen algo para ganar ese dinero, comparten con los demás lo que saben hacer, y muchas veces te sonríen... Eso sí si utilizan niños para mendigar entonces nada de nada, creo que al darles algo se refuerza esa conducta y es mejor abstenerse.
Bonita entrada guapa.
Besos

La Pequeña Candi dijo...

Me alegro de que os haya gustado. Al principio me daba reparo escribir sobre esto porqu es un tema complicadillo... Creo que en el fondo todo el mundo piensa de forma parecida: pedir sin intentar salir adelante de otra manera no nos gusta, es demasiado fácil.
Un besazo guapas!

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