martes, 23 de marzo de 2010

Margarita

Margarita era una mujer estupenda. Había sido educada para llevar una vida como las de antes. Se levantaba cada mañana y empezaba un no parar que llegaba hasta bien entradas las once de la noche. Margarita prefirió no estudiar. Se había conformado con un FP1 que para poco le había servido hasta ahora, sin embargo aprendió, desde muy joven, a llevar una casa "en condiciones". Sus niños eran el centro de su universo y por ellos hacía lo que fuese. Al principio de su matrimonio era feliz, se divertía con la responsbilidad y cuidando de su maridito, aunque estaba empezando a interesarse por otras cosas fuera de esa vida, -"¿porqué no fui a la universidad?"-se sorprendía diciéndose algunas veces. Intentaba llenar los vacios de su día a día con los amigos que había conocido por internet pero eso no era suficiente, ¿Porqué su historia no se parecía a la de las películas?.Cada noche, mientras ella duchaba, daba la cena, preparaba las mochila de los niños y les leía el cuento de antes de dormir, Eduardo iba a tomarse una copita antes de acostarse, -"¿salir al bar de la esquina es salir?"- le contestaba él cuando Margarita le preguntaba que porqué tenía que salir todos los días. Estaba cansada de todo aquello pero no quería pensarlo. Era una mujer estupenda y sabía que aguantaría así todos los años que le quedaban de su vida.

martes, 16 de marzo de 2010

SOL


Llevaba todo el invierno lloviendo con asiduidad, cada noche, cada mañana, cada vez que miraba por la ventana. La lluvia nunca le había gustado mucho. Sabía que era necesario que lloviese y más en el sitio en que vivía, pero eso no hacía que le molestara menos. Había llegado a la conclusión de que tanta tristeza no hacía bien a nadie; "digan lo que digan, muchos días lluviosos acaban volviéndote un poco loco" pensaba. Era una persona de sol, de estar en la calle, de aprovechar la claridad para cosas que le quitaban tiempo pero que le daban alegría, ¿a quién no le gusta tomarse algo en algún velador con las personas que te importan?. Nunca había prestado mucha atención a la información meteorológica, pero últimamente se había aprendido hasta el nombre del presentador. Ese día estaba sentado, después de haber comido con toda su familia, esperando a oir lo mismo de cada día desde hacía tres meses, "... y mañana una nueva borrasca entrará por el suroeste peninsular..." ... se equivocó... "mañana nos visitará de nuevo el anticiclón de las Azores, mañana saldrá el sol" escuchó. Le alegró el día. Se conformaba con pequeñas cosas.

lunes, 8 de marzo de 2010

Pensaba...

Ellos decían que tenía miedo de acabar solo. Yo pensaba que la admiraba, la adoraba y, de verdad, la necesitaba. Decían que hacía lo que ella quería... Yo pensaba que, a pesar de tanto tiempo, el seguía mirándola como el primer día, seguía queriéndola hasta morir.


Un beso.


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